5/11/2008


Aún con los ojos cerrados puedo contar pecas de colores siguiendo su tacto..Ese era justo el trato, no dejar de contar porque el tiempo que lo hisiese seria justo el que tendria para seguir soñando


Conté y conté sin distraerme y me contaron, que las noches son perfectas teñidas de naranja y verde


Soñé que no era un sueño, abri los ojos para ver el dibujo de un lobo herreño sin patas..y sigo sin saber muy bien lo que es, pero no me importa demasiado porque tampoco sabria qué nombre ponerle a algo tan extraño. No me gustan los animales sin patas porque se vuelven demasiado dependientes....


Escuchando las risas, dejé de contar y olvidé cerrar las puertas, yo que sé... no me acordé de tapar todas esas rendijas por las que se cuela el tiempo, y entró el muy imbecil. Puntual. Recordandome que no se deben juntar lunares y pecas si no vas a saber separarlas bien, que nunca se debe jugar a contar... ni hacer tratos con el tiempo


Por eso decido seguir jugando un rato más, junto pecas y lunares en la realidad sin pensar en separarlos, cuento y hago tratos con el tiempo, para no olvidar que las noches teñidas de naranja y verde son perfectas


7 comentarios:

Mariete dijo...

CUENTAS Y CUENTOS

Me cuento: 1

A ver, otra vez (ahora estoy delante de un espejo): 2

Espera, voy a contarme por tercera vez, a ver si somos más. Si me cuento por dentro igual reúno un puñado de yoes. Bipolar, tripolar, cuatripolar, qué frío!!!!!!!!!

A veces me gustaría contarme con alguien, para hacer sumas que den patadas a las matemáticas:

mi pensamiento + su pensamiento = 1 pensamiento.

Y no miento si digo que el tiempo no deja arrugas en mi cara,
sino sonrisas y cuentos.

Sputnik dijo...

Si cuento mis cuentos agoto el tiempo.

Cuento hasta 3 para contarmelos,espero hasta contar 100 a que un segundo me los cuente

Si te imagino, Mario, cuento hasta dos: Cuento Mario y cuento Aketza

Cuento mil si te miro. Y cuento con Mario para que me cuente el cuento del año que crió Mancuspias.

Un cuento que nadie cuenta, que si lo leyesen, contaria hasta con mil interpretaciones diferentes, pero la verdadera es la que cuento yo, que es la que cuenta

interpreta-sones dijo...

pecas y lunares, quizás mejor convivir con la maraña, con las churras, con las merinas.
pa colores, los gustos
(o viceversa)

Mariete dijo...

Hablar de esto resulta difícil...reclamaré tus servicios de psicóloga y haré terapia en voz alta.

La primera mancuspia salió de una noche de borrachera, con una mano en la pared y un pie en el suelo para sujetar mi mareo. A la mañana siguiente estaba allí. Comía poco, lloraba mucho y hablaba por los codos. Se fue de casa al tercer día con cinco rebanadas de pan bimbo con nocilla al hombro.

La segunda la encontré en el fondo del armario, jugando con dos bolas de naftalina. Me contó que era injusto matar a las polillas sólo porque eran mariposas sin colores. Ahora admiro a las polillas, que se dan festines con mi ropa nueva. He constatado que prefieren los calcetines con rombos.

La tercera me rompió el corazón. Era tan dulce y tan bonita que le pedí matrimonio:
- Las mancuspias no podemos casarnos con un ser humano, me dijo.
- Pues si no es contigo nunca me casaré, le dije.

Se fue mirando al suelo y deseándome suerte. Y ahora miro detrás de las paredes, debajo de los desagües, dentro del televisor, y hasta en la boca de la gente. Tienes vocación de dentista, me dicen cuando les pido que abran las fauces y digan AAAAAAAAAAAA.
Sí, respondo suavemente (quién se iba a creer que busco una mancuspia que llene mis horas...)

Mariete dijo...

Hablar de esto resulta difícil...reclamaré tus servicios de psicóloga y haré terapia en voz alta.

La primera mancuspia salió de una noche de borrachera, con una mano en la pared y un pie en el suelo para sujetar mi mareo. A la mañana siguiente estaba allí. Comía poco, lloraba mucho y hablaba por los codos. Se fue de casa al tercer día con cinco rebanadas de pan bimbo con nocilla al hombro.

La segunda la encontré en el fondo del armario, jugando con dos bolas de naftalina. Me contó que era injusto matar a las polillas sólo porque eran mariposas sin colores. Ahora admiro a las polillas, que se dan festines con mi ropa nueva. He constatado que prefieren los calcetines con rombos.

La tercera me rompió el corazón. Era tan dulce y tan bonita que le pedí matrimonio:
- Las mancuspias no podemos casarnos con un ser humano, me dijo.
- Pues si no es contigo nunca me casaré, le dije.

Se fue mirando al suelo y deseándome suerte. Y ahora miro detrás de las paredes, debajo de los desagües, dentro del televisor, y hasta en la boca de la gente. Tienes vocación de dentista, me dicen cuando les pido que abran las fauces y digan AAAAAAAAAAAA.
Sí, respondo suavemente (quién se iba a creer que busco una mancuspia que llene mis horas...)

Mariete dijo...

Está bien. Me resulta difícil hablar de ello, pero recurriré a tus servicios de psicóloga y haré terapia en voz alta.

La primera mancuspia apareció una noche de borrachera. Con una mano en la pared y el pie contrario en el suelo combatía con fuerza mi mareo. A la mañana siguiente ahí estaba. Comía mucho, hablaba poco y le encantaba ver Crónicas Marcianas por la noche. Se fue a las dos semanas con cinco rebanadas de pan bimbo con nocilla bajo el brazo.

A la segunda me la encontré en el fondo del armario, jugando con dos bolas de naftalina. Es injusto matar a las polillas solamente porque son mariposas descoloridas, me espetó.
Desde entonces admiro a las polillas, y se dan festines con mi ropa. He constatado que su plato preferido son los calcetines con rombos.

La tercera me rompió el corazón. Era tan dulce y tan bonita que le pedí matrimonio.
- Las mancuspias no podemos casarnos con los seres humanos.
- Pues si no es contigo, nunca me casaré.

Se marchó un día de lluvia y me deseó suerte. Desde entonces la busco en todas partes: detrás de las paredes, debajo de los desagües, en la boca de la gente...cuando conozco a alguien, le pido que diga AAAAAAAAAAAAAA.

Tienes vocación de dentista, me dicen con voz contrariada y sorprendida. Sí, les respondo (no me iban a creer si les confieso que busco a una mancuspia que llene mis días).

Sputnik dijo...

Sabes bien que con el calor del Rif las mancuspias se vuelven caprichosas al empezar la muda de su pelaje, reclaman alimentos nuevos, quizá algo de miel escondida tras los encinares de las zonas más abruptas.

Yo dejaría de inmediato de buscar en la boca de la gente, me hablaron de algunos capaces de vomitar conejos blancos hasta crear una coleccion tan grande dentro del armario, que te aseguro que tu última preocupacion serían las muescas de los calcetines de rombos...

Espera a que llegue la septima, solo esa será la que tanto deseabas, la que justo te mire, muy de cerca te mire, cada vez más cerca para empezar a jugar al ciclope hasta que vuestros ojos se agranden tanto que atraidos por la confusión, las bocas se encuentren.

Entonces olvide su condición de bestia y te acompañe, te haga bocadillos de nocilla teniendo la delicadeza de apartar la parte blanca que no se sabe lo que es y te guarde los bordes del bimbo para los dias en que salgais a cazar hormigas

 
Sputnik travelling - by Templates para novo blogger