4/06/2008
Queria estar sola. Sabia que a las 12 de la mañana, con los primeros rayos a traves de la ventana, llegarian puntuales todas.
Pero hoy queria estar sola.
Se despertó temprano y borró las esquinas de su casa, le cortó las patas a las mesas y sillas, desenrroscó las bombillas, tumbó los libros...y todo para estar tan solo un dia sola, sin esas pesadas sombras sordas a las que chillarles no sirve de nada pq pasean de oeste a este lentamente, incesantemente hasta las 5, dia tras dia... y ya estaba cansada...Siempre mudas, pero siempre ahi, mirando sin ojos, persiguiendo a sus cosas...
Y llegaron las 12, esperaron timidas en el alfeizar y las 12 y un minuto, entró la primera que se puso justo a sus pies llevandose su esfuerzo.
Se morian de risa...y ella no iba a quitarse partes del cuerpo, asi que fue eliminando todo lo que creia que le hacia sombra, hasta por fin quedarse sola, tan sola que ni siquiera con ella misma estaba.
Y no fue feliz, tampoco lo era antes, pero ahora ya tenia la nada entera para ella sola
4 comentarios:
a veces me pasa eso... querer estar absolutamente sola, sin nada ni nadie alrededor... pero me dura poco... soy muy miedosa jajaja!
siempre hay algo de lo que no nos podemos librar por mucho que lo deseemos... la soledad es muy placentera, pero en extremo... puede ser muy dolorosa... la propia sombra puede ser de vez en cuando una buena compañía...
Saludos...
pd: primera vez que vengo por estos pagos... hermoso tu post... volveré para visitarte...
Lo peor de desear estar sola es que al final que te quedas irremediablemente contigo mismo..
Era un escrito imaginario porque a mi no me gusta nada de nada estar sola cuando me hace sentir sola.
Y cuando lo deseo me dura poquisimo, necesito el bullicio ese de quien sea, hablar u oir, pero escucharme a mi todo el tiempo...es aburridisimo
Te vi pasar por mi calle,
la más bonita del mundo,
con su ruido, con su gente,
con su fulgor mañanero:
la más bonita del mundo.
Te vi en un sol de invierno,
ése que expulsa a las nubes,
que hace al azul y al blanco
amarse en el ancho cielo.
Te retuve en mi retina:
uno, dos, tres segundos,
polaroid mental inolvidable.
El sol dio paso a lo oscuro
y todos se fueron yendo.
Se fueron las abuelas antiguas,
recogieron sillas y palabras;
se fueron las familias venidas de lejos,
niños de colores rimando con la vida.
Se fueron entonces los seres nocturnos,
entre risas y arrullos, sus pasos se fueron,
y el metal del cierre cerró el antiguo día.
Nos quedamos solos. Mi calle y yo.
Porque mi calle no tiene sombra.
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