4/25/2008
Con la yema de mis dedos, acaricio el agua.
Y la muevo, tan suavemente que sus ondas se plasman en mis dedos. Agito de repente, las pierdo y empiezo de nuevo.
Con la yema de mis dedos, acaricio el agua.
Veinte ondas en mi piel con cada caricia, las arrastro despacito, para quedarme con un poquito de cada.
Y asi voy imitando al agua con mis huellas circulares marcadas en la piel.
Las colecciono, y al llegar las 8, las guardo en esa caja, las siembro, las riego y espero, de espaldas, nerviosa.
Y espero. Espero justo lo que tardo en romper todo el tiempo que tengo, 5 relojes de arena que llenan mi suelo de playa. Me doy la vuelta y ahi esta, mi mar crecido. Crecido de ondas sembradas sin tiempo. Mi mar infinito sin alma.
Mi mar, en el que nadie más se puede mojar.
Saco despues una ola, la enredeo y desenredo, juego, la templo entre mis dedos y meto dentro un marinero que dibujo muy pequeño, le soplo, me siento, y le pido un cuento.
Me mira mientras piensa y me dice muy bajito:
Una niña que no se aburria nunca, cansada ya de esto, inventó la forma de llegar al tedio. Se metió en una caja y se elevó hacia el cielo. Asi, sin nada que percibir por los sentidos, queria llegar al aburrimiento, sin oir, ni ver, ni sentir, sin comer, ni beber...terminó muriendo...
Y es por eso, me dijo el marinero, que cada vez que mires al cielo, veras una caja suspendida, meciendose suave entre las ondas del viento...
No me gusta ese cuento, miro al cielo y veo la caja...Si se hubiese llevado un puñado de almendras no se hubiese olvidado de bajar, no se hubiese olvidado de la realidad. Por eso siempre llevo almendras en mis bolsillos. No tendria que haber dibujado un marinero tan tonto.
Ahora lo unico que puedo hacer es sentarme con él a mirar la caja, bajando la cabeza para tragar almendras y seguir capturando ondas de agua liadas que desenredo para mi mar sin alma
2 comentarios:
da la sensación de que se ensimisma usted con facilidad. lo ideal sería ensimismarse con felicidad también. llevarse bien con los pájaros de la cabeza es una bendición.
Ah! si! esos pajaros! Tienen las patas tan enredadas en neuronas que ya ni salen a darse una vuelta desde hace años..
Jo! es q la felicidad es algo tan efimero y dura tan poco que cuando la tengo ni me doy cuenta en el momento..
No creo en la felicidad, busco bienestar permanente llenito de sonrisas..La gente que dice que es feliz...no me gusta del todo, creo q son conformistas o que no conocen el significado de la palabra felicidad
Pues tus pajaros Raúl tambien estan cargaditos de melancolía...dulce melancolía...pero añoranza al fin y al cabo..
Haré eso, me ensimismaré de mis ratos de felicidad y escribiré algo fantástico con ayuda de los pájaros
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